Pelando el día de los Enamorados

¿Quién dijo que el Día de los Enamorados lo inventaron por una razón puramente comercial? Yo creo que quien diga eso le pasa como a mí, que siempre llega el bendito 14 de febrero y no tiene ni con qué salir a arrancarle una flor a las matas de la conserje.

En realidad, llegar a esa conclusión no puede ser sino producto de la indignación de encontrarse pelando en una fecha tan crucial... más bien cursial. Entonces claro, puede que tengas plata, pero por mucha que tengas seguro no te alcanza para "demostrarle" a esa persona cuánto la quieres (aunque, si necesitas demostrar amor con cosas materiales, es decir, de llevar lo abstracto a lo material, de reducir tu sentimiento a papel moneda, te aconsejo que antes de salir a comprar nada, apartes una parte de esa plata para que hagas un retiro espiritual y te revises muy a fondo a ver si encuentras algo... digo, algo que no cueste dinero).

En realidad, escoger un 14 (¡el día antes de la quincena, por Dios!) para hacernos regalos entre todos, no puede ser más que un chiste de muy mal gusto, una ironía velada -ahí sí- por la montaña de publicidad que rodea a ese día. Al que se le ocurrió seguro que no tenía novia, y por pura envidia quiso poner a parir a los demás... que sí tenían.

Y al final, ese 14 de febrero tan mercadeado empieza a mostrar su doble filo: estás pelando, pero tienes que hacer el mejor regalo del mundo so pena de que te pateen. Pero por otro lado, tienes una gran oportunidad de demostrar que amas, con todos los regalos que no se consiguen en ninguna tienda.

Recuerda: "todo lo que se puede comprar con dinero, es barato". Facundo Cabral.